Creo que poco a poco estas personas a los que en el mundo se cataloga de disidentes y dentro de Cuba de contrarrevolucionarios, puedan tener más aceptación en Cuba, pues considero que si han estado allí criticando lo mal hecho, sus razones hayan sido la de denunciar lo malo del sistema.
La condición que creo poner en este asunto es que se dediquen solo a cirticar por medio de la palabra, la imagen o a través de escritos periodísticos, porque si además se meten en enredos aceptando pagos de servicios de inteligencia extranjeros, entonces podrían meterse en camisa de once varas.
Comentando un escrito de mi amiga Herminia Bernabeu Izquierdo sobre este asunto, le dije hace poco en Facebook que «eso de las críticas de los llamados disidentes sucede en cuba, porque a los periodistas cubanos se les ha negado el derecho a denunciar lo mal hecho, razón por la cual las críticas que debemos hacer los periodistas que defendemos a Cuba, las hacen otros con fines no precisamente constructivos».
Esa es la razón por la cual Cuba ha llegado a estos límites, por toda toda la mierda que han permitido miles de funcionarios corruptos e hijos de puta que ha habido en Cuba a lo largo de más de medio siglo de Revolución. Continuar leyendo
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