Por Roberto A. Paneque Fonseca
Cuba ha tenido una tradición de jazz que data de los años 1700 cuando comenzaron a visitar Cuba músicos procedentes del sur de los Estados Unidos de América y por los viajes que músicos cubanos realizaban a ese país.
En 1997 cuando ayudé a Chucho Valdés a traer la primera banda de jazz de Nueva Orleans para que participara del Festival Jazz Plaza, conocí a una serie de cubanos que residían en New Orleans y con ellos supe que el fundador en 1718 de la ciudad de Nueva Orleans , Jean Baptiste La Moyne, estaba enterrado en el Cementerio de Colón de La Habana, pues era un admirador de Cuba y de la música cubana.
De ahí saqué la conclusión de que el jazz entró en Cuba desde hace casi 300 años, debido a esos intercambios culturales entre las ciudades de La Habana y New Orleans.
Un poco más “acá”, en 1898, tras el triunfo de los Estados Unidos de América contra España en la Guerra Hispano-Cubano-Americana, Estados Unidos se convirtió en la potencia neocolonial que gobernaba a Cuba, por lo que ese flujo de artistas del país vecino del norte se incrementó notablemente, junto con el de empresarios, industriales, inversionistas y mafiosos.
El 20 de mayo de 1901 al declararse la Indendencia de Cuba de España ya esa presencia norteamericana en Cuba era sustancial, y comienzan a ejecutarse obras de todo tipo, en las que las relacionadas con el turismo se incrementaron de manera notable.
Junto con las familias mafiosas de New York que organizaban los casinos viajaban músicos norteamericanos para tocar en sus hoteles y músicos cubanos subían a sus escenarios invitados por aquellos, lo que facilitó esa fluidez entre artistas de Cuba y de los Estados Unidos de América.
MARIO BAUZÁ, CREADOR DEL AFRO CUBAN JAZZ
Entre los músicos más importantes que se radicaron en New York estuvo Mario Bauzá, quien en 1940 se estableció en La Gran Manzana. El trompetista Mario Bauzá era un excelente arreglista y compositor. En 1940 fundó una orquesta con su cuñado Frank Grillo (Machito) a la que denominó Machito y sus Afro Cubans.
En ese mismo 1940 comenzaron las relaciones de Mario Bauzá con Dizzy Gillepsie, Charlie Parker, Stah Kenton y muchos otros músicos de top top del jazz mundial.
En 1940, la influencia de Mario Bauzá se hace extensiva a esos grandes jazzistas norteamericanos hasta el punto que Stah Kenton invita a su cuñado Machito a ofrecer un concierto en el célebre Town Hall de New York, donde se refuerzan las influencias de la música cubana sobre el jazz estadounidense, y viceversa.
En 1940, Mario Bauzá crea el tema “Tanga”, considerado por muchos musicólogos como la primera obra que puede ser enmarcada como del género de Afro Cuban Jazz.
Las relaciones de los músicos cubanos con sus colegas americanos continúan y en 1943 Stah Kenton graba el tema El manisero, del cubano Moisés Simons, un standard de la Música Tradicional Cubana de todos los tiempos, bajo el título en inglés The peanut vendor.
CHANO POZO CONOCE A DIZZY GILLEPSIE
En 1947, Dizzy Gillepsie le comenta a Mario Bauzá que anda buscando un conguero cubano y Mario Bauzá le presenta a Chano Pozo, quien acababa de llegar a New York procedente de La Habana.
Esa suerte que Chano Pozo tuvo de conocer a Dizzy Gilepsie de la mano de Mario Bauzá y el privilegio de que el genial trompetista le invitara a formar parte de su banda, tiene la peculiaridad de que iba a tocar las congas y otros instrumentos de la percusión cubana, en vez de la batería, un instrumento inventado por los estadounidenses para el jazz y el blues.
De esta manera, Chano Pozo se convirtió en la década del 1940´s en el primer músico cubano en entrar en la élite del jazz de los Estados Unidos, lo que dió paso a la creación de un género que en los años 1960´s el gran trompetista Jerry González acuñó con el nombre genérico de Latin Jazz o Jazz Latino.
Así, Chano Pozo fue incorporando a otros músicos cubanos a la nueva “onda” musical a la que su presencia en la élite del jazz mundial había dado paso y figuras como Miguelito Valdés y otros se van abriendo camino en el mundo Cubop, como Dizzy Gillepsie denominó a eso que hacían Mario Bauzá, Machito y Chano Pozo; pero que otros llamaban Afro Cuban Jazz, lo que ya en los años 1960´s se consolidó como Latin Jazz bajo el cuño de Jerry González.
Por desgracia para el incipiente jazz cubano, Chano Pozo fue asesinado brutalmente en New York; sin embargo, sus compañeros continuaron por camino abierto por él y dieron ánimo a muchísimos músicos cubanos más a seguir su obra de fusión.
El éxito de Chano Pozo propició que poco a poco, más músicos cubanos fueran invitados a visitar los Estados Unidos para presentarse en hoteles, festivales, castings y toda clase de espectáculos.
JAZZ CUBANO
Al visitar Cuba en los primeros años de los 1950´s, todos esos músicos cubanos radicados en New York crearon en La Habana ese ambiente elitista en los hoteles de la capital y en numerosos clubes nocturnos que comenzaron a abrirse en los barrios más ricos de La Habana, como El Vedado y Miramar.
Los propietarios de esos negocios eran inversionistas norteamericanos y también familias cubanas que comenzaban a destacar en el mundo de los negocios, las finanzas y la música de la república neocolonial.
Así es como comienzan a surgir en La Habana y en otras ciudades de Cuba; pero sobre todo en La Habana, numerosas orquestas basadas en el arquetipo de la jazz band o banda de jazz, para interpretar música tradicional cubana y nueva música cubana; aunque con el sonido jazz band detrás.
Los músicos cubanos que iniciaron esa marcha hacia el fortalecimiento del Jazz Cubano fueron Mario Bauzá, Frank Grillo (Machito), Chano Pozo, Francisco Aguabella, Miguelito Valdés, Mongo Santamaría, Tata Güines, Carlos “Patato” Valdés, los Romeu, La Dinastía Valdés (Oscar Valdés, Miguelito Valdés, Marcelino Valdés, Vicentico Valdés, sus hijos y nietos).
Luego la continuaron Frank Emilio, Felipe Dulzaides, Lázaro Valdés y su hijo Lazarito Valdés: Oscar Valdés y su hijo Oscarito Valdés (que En Paz Descanse); Roberto Bobby Carcassés y su hijo Robertico Carcassés, Chucho Valdés su hijo Chuchito Valdés y su hermana Mayra Caridad Valdés; el pianista Horacio Hernández y su hijo, el baterista Horacio Hernández (El Negro); el bajista Jorge Reyes; el pianista Javier Massó (Caramelo); el bajista Alain Pérez y muchos más.
Gracias a todos ellos, el Jazz Cubano es todo un género consolidado en Cuba y a nivel de todo el planeta, y ha contribuido a que Cuba se mantenga firme e inamovible como la Tercera Potencia Musical del Mundo, sólo precedida por los mejores: los Estados Unidios de América y el Brasil.
Debe estar conectado para enviar un comentario.